

Hasta en carretas acarrean a personas con discapacidades físicas como se aprecia en este video, un drama doloroso para una comunidad olvidada por el estado

«El puente se ha rompido, con qué lo curaremos, con cáscaras de huevo», dice una canción para niños. Pero esta es la triste realidad de una comunidad de la zona rural del municipio de Pitalito Huila, donde el puente se lo llevó una torrencial creciente de la quebrada y hasta la fecha no hay ninguna autoridad gubernamental que les construya otro.

Utilizando materiales de guadua y alambre, la propia comunidad, sin la ayuda de la alcaldía municipal, ni de la gobernación del Huila y mucho menos de la nación, lograron construir un frágil puente artesanal, pero este constituye un peligro para los niños que a diario transitan para llegar hasta los centros educativos a estudiar.

Hasta en carretas acarrean a personas con discapacidades físicas como se aprecia en este video, un drama doloroso para una comunidad olvidada por el estado, que ha reclamado a la administración municipal en cabeza del alcalde, Edgar Muñoz Torres, del secretario de Vías e Infraestructura, Cristian Fabián Pizo, al gobernador y a políticos de todas las layas, quienes hasta la fecha han tenido oídos sordos al clamor de la comunidad.


Lo construirán con su propio esfuerzo
Liderados por dirigentes comunales y por el líder social y comunitario Fabio Antonio Díaz, la gente de este vereda ha tomado la decisión de comenzar a golpear puertas a la empresa privada, a pedir recursos a quien tenga voluntad de donar para con su propio esfuerzo y el valioso recurso humano de esa región, construir un nuevo puente.

Esta comunidad también solicita la ayuda de ingenieros civiles para que los asesoren en los diseños y así poder plasmar esa anhelada obra civil de la cual carecen, tan prioritaria, pues diariamente los niños y personas que pasan por el actual puente corren peligro de caer a las caudalosas aguas de la quebrada.

Ahora, el verdadero drama se aumenta cuando caen fuertes lluvias en esta zona y la quebrada aumenta su caudal, pues si alguien por desgracia llega a caer a las bravías aguas puede ser arrastrado con las consabidas consecuencias de morir ahogado.